Hiroshi Mitoma y Mitsuru Yoneyama
Para evaluar los trastornos de la marcha, se miden la velocidad y la zancada durante una prueba de marcha de 10 m. Sin embargo, los cambios en estos dos parámetros no son específicos, ya que se observan en varios trastornos de la marcha. Además, la marcha de 10 m es corta y refleja solo un aspecto de la vida diaria y los resultados podrían verse afectados por el estrés emocional. Para examinar los ciclos de paso y las fuerzas para iniciar y despegar, que están controlados directamente por un circuito neuronal complejo, durante la marcha diaria y durante un largo período de tiempo, desarrollamos un nuevo dispositivo portátil, el ritmograma de marcha portátil (PGR), que monitorea las aceleraciones inducidas por la marcha durante hasta 70 horas. El análisis cuantitativo del ciclo y la amplitud de la aceleración de la marcha ha permitido caracterizar las características bradicinemáticas de los trastornos de la marcha en pacientes con enfermedad de Parkinson: 1) Una disminución en la amplitud de la aceleración de la marcha en las primeras etapas de la enfermedad, que se compensa con pasos rápidos. 2) La fluctuación motora subjetiva no coincidió necesariamente con los cambios en los parámetros de la marcha. Los resultados sugieren que la correlación ritmo-fuerza está determinada por los ganglios basales, pero puede ser modificada por la corteza cerebral. El análisis de la marcha voluntaria en la vida diaria podría mejorar nuestra comprensión de los mecanismos patogénicos de los trastornos de la marcha.