Ramírez-Jiménez F, Pavón-Romero G, Juárez-Martínez LL y Terán LM *
La rinitis alérgica (RA) tiene un impacto negativo en la calidad de vida y su incidencia y prevalencia están aumentando en todo el mundo. Dependiendo del patrón de sensibilización, los pacientes pueden desarrollar síntomas estacionales o perennes: la rinitis estacional es causada por aeroalergenos como el polen, mientras que la forma perenne es inducida principalmente por ácaros, moho y caspa. En muchos casos, evitar los alérgenos puede contribuir significativamente a reducir el uso de medicamentos. Los agentes más comunes para tratar la RA incluyen antihistamínicos, descongestionantes, esteroides, estabilizadores de mastocitos, agentes anticolinérgicos, antileucotrienos y mucolíticos: los corticosteroides tópicos son el método de tratamiento preferido para la rinitis alérgica estacional y perenne. Se debe considerar la inmunoterapia con alérgenos específicos cuando hay una mala respuesta a la farmacoterapia, particularmente porque es efectiva y modifica el curso de la enfermedad. Una clara ventaja de la SIT sobre la farmacoterapia, cuyos beneficios duran mientras se continúe, es un alivio duradero de los síntomas alérgicos después de la interrupción del tratamiento. Actualmente se están investigando nuevas formas de SIT, incluidas vacunas peptídicas que utilizan epítopos de células T, alérgenos hipoalergénicos recombinantes y vacunas de ADN conjugado.