Sehar Afreen y Zakariya Al Safran
Las estrategias de tratamiento de la leucemia mieloide crónica han cambiado drásticamente con la llegada de los inhibidores de la tirosina quinasa. Dado que ofrecen una excelente oportunidad de lograr remisiones citogenéticas y moleculares completas, se recomiendan como terapia de primera línea. Aunque se ha informado que una pequeña fracción de pacientes permanece en remisión molecular después de suspender los inhibidores de la tirosina quinasa, existe una mayor probabilidad de recaída de la enfermedad después de suspender estos medicamentos. Por lo tanto, el trasplante alogénico de células madre sigue siendo la única cura en la actualidad. Sin embargo, la toxicidad de los regímenes preparatorios, el desarrollo de la enfermedad de injerto contra huésped, las complicaciones infecciosas y el aumento de las tasas de recaída en las fases avanzadas de la enfermedad limitan la seguridad y la eficacia de este enfoque. Esta revisión destaca las principales limitaciones del trasplante y las áreas de estudio necesarias para mejorar los resultados clínicos.