Ezeonu CS* y Ezeonu NC
La atención de la mayoría de los países últimamente se ha centrado en la mejora de los bienes y servicios existentes. Sin embargo, la búsqueda de alternativas a lo que ya existe trae consigo novedades. Los combustibles fósiles como medio de generación de energía se han utilizado durante tanto tiempo que quienes tienen una mentalidad progresista han comenzado a buscar fuentes alternativas. Esto se debe al hecho de que la renovabilidad del petróleo crudo (la fuente de energía mundial actual) es incierta. Como resultado, la búsqueda de biocombustibles en forma de biodiesel, biogás y bioetanol parece ser la única esperanza para salir de este impasse. Desde entonces, Europa, Asia y América han estado a la vanguardia de la investigación de fuentes de energía alternativas. El lugar de África en esta búsqueda es impredecible e incierto. El aspecto sorprendente de todo el asunto es que África puede aumentar su potencial para generar los recursos utilizables para la generación de energía alternativa en forma de semillas oleaginosas, desechos agrícolas y lignocelulosas más que otros continentes que actualmente están a la vanguardia de la investigación en energía alternativa. Por lo tanto, este estudio pretende exponer los recursos disponibles en los países africanos y cómo se los subutiliza, así como los intentos que se han hecho en África en la búsqueda de energías alternativas. También pone de relieve los detalles de las técnicas básicas necesarias para la producción de biocombustibles, con la idea de que África, como actor en la generación de bioenergía, puede hacerlo mejor de lo que lo hace actualmente, si los líderes de los diversos países africanos lo convierten en una prioridad.