Hitoshi Tsuchiya
Antecedentes y propósito: La COVID-19 ha causado graves daños a nivel mundial. Algunos países implementaron confinamientos de corto plazo para frenar la propagación de la COVID-19 mientras continuaban con las actividades económicas básicas; también se han iniciado las vacunaciones, pero aún no se ha visto un impacto significativo de las mismas. En realidad, las infecciones siguen aumentando a un ritmo lento.
Aunque se han implementado medidas de confinamiento y se han limitado los horarios de funcionamiento de los restaurantes, todavía se producen focos de infección que se originan en los restaurantes. Recientemente, también se han producido focos de infección que se originan en familias. El presente estudio intenta analizar las causas específicas de dichos focos de infección.
Método: En un grupo, es posible la infección a través de gotitas en el aire durante una conversación. Cuando se come en grupo, la mayoría de las personas no se vuelven a poner las mascarillas más tarde, lo que claramente es una "violación de las normas". Por lo tanto, se investigaron las condiciones reales de tales casos utilizando un diagrama de flujo de tiempo (t-WFC), se realizaron análisis de los grupos de infección por COVID-19 y se propusieron contramedidas.
Resultados: No hay garantía de que comer en grupo no conduzca a una infección. Por lo tanto, en estos casos se debe usar una mascarilla para prevenir el contagio. Además, la eficacia de las mascarillas varía según el tipo. Por lo tanto, se deben utilizar las más efectivas. También se deben tener en cuenta varias reglas al comer en grupo, como mantener la distancia social y reducir el número de participantes.
Conclusión: Debe corregirse la idea errónea de que las personas que cenan juntas no están infectadas con COVID-19.