Dean Thomas Williams*, Samik Kumar Bandyopadhyay, Ana Filipa Alves Borges Morais, Hannah Gwynn Povey
Introducción: La isquemia crítica de miembros inferiores (ICM) con pérdida de tejido secundaria a enfermedad arterial periférica (EAP) de miembros inferiores requiere considerar la intervención en forma de procedimientos quirúrgicos endovasculares y/o abiertos para lograr una mejor perfusión y la preservación de los miembros. Un bypass axilo-femoral (BAx) solo se considera en casos en los que un abordaje quirúrgico abdominal o endovascular para la enfermedad aortoilíaca no es posible o se considera demasiado peligroso. Estos pacientes pueden tener un patrón desfavorable de enfermedad arterial, comorbilidades significativas y/o un abdomen hostil. Aunque los injertos protésicos se emplean típicamente para los procedimientos de BAx, los injertos venosos son una alternativa con un menor riesgo de infección. Presentamos nuestra experiencia de injerto de BAx utilizando conductos venosos autólogos en un grupo selecto de pacientes con ICM y pérdida de tejido en el contexto de comorbilidades significativas y riesgo elevado de infección. Métodos: Se realizó un estudio retrospectivo de todos los injertos unilaterales de AxFB utilizando conductos venosos autólogos realizados en nuestra unidad de salvamento de extremidades durante un período de cinco años (enero de 2014-diciembre de 2018). Los datos se recopilan de registros médicos escritos y electrónicos, así como de informes de radiología, hematología y bioquímica. Resultados: Se realizaron siete procedimientos unilaterales de AxFB utilizando injertos venosos en cinco pacientes con ICE y pérdida de tejido. Dos pacientes tuvieron un segundo AxFB en el lado contralateral en una ocasión separada por enfermedad progresiva. Cuatro pacientes eran hombres y uno era mujer con un rango de edad de 55 a 79 años. No hubo infecciones del sitio quirúrgico ni muertes perioperatorias. La permeabilidad del injerto fue del 86% al año y del 71% a los dos años. Tres de los siete injertos (43%) fallaron durante el seguimiento. Dos pacientes con oclusión del injerto desarrollaron ICE y pérdida de tejido, uno requirió amputación por encima de la rodilla y el otro cirugía de bypass adicional. Seis pacientes lograron la curación completa de la herida. Un paciente murió de cáncer de pulmón. Conclusión: Nuestros resultados indican que la fibrilación auricular con un conducto venoso autólogo puede ser eficaz en pacientes con ICE y pérdida de tejido en el contexto de comorbilidades significativas y mayor riesgo de infección. Se necesitan más pruebas para respaldar nuestros hallazgos y potencialmente estratificar qué pacientes se beneficiarían de un injerto venoso en lugar de uno protésico.