Shimaa Hassan, Amal A Al-Gendy, Sahar H Abdel-Baset *, Salah M Abd El-Kareem, Samia I Massoud, Mohamed Yasser Abdallah
Los experimentos se llevaron a cabo para estudiar la eficacia del rábano forrajero ( Raphanus sativus var. Terranovah) y la rúcula ( Eruca sativa cv. Baladi) como cultivos de biofumigación para controlar los nematodos agalladores Meloidogyne spp., en plantas de tomate durante dos temporadas sucesivas 2017 y 2018 en condiciones de campo. Tres meses después del cultivo del rábano forrajero y la rúcula (la etapa de plena floración), todas las partes se incorporaron con tierra y se cubrieron con una película de polietileno transparente. Después de 4 semanas, se retiraron las láminas de plástico y se dejó la tierra durante dos semanas más tarde, antes de trasplantar las plántulas de tomate. Los resultados en ambas temporadas indicaron una reducción significativa (p≤0,05) de los parámetros de los nematodos en las plantas de tomate. Los resultados revelaron que el efecto de R. sativus var. Terranovah como cultivo de biofumigación como lo indica la reducción porcentual en el número de agallas, masas de huevos/sistema radicular y un número de juveniles de segunda etapa (j 2 ) /250 g de suelo (84, 90 y 84%), y (90,87 y 88%) en las temporadas 2017 y 2018 respectivamente. Por otro lado, el nematicida Vydate (oxamyl) 24% L registró la reducción porcentual en el número de agallas, masa de huevos/sistema radicular, así como el número de juveniles de segunda etapa en suelos j 2 (90,87 y 87%), y (95,93 y 90%) en las temporadas 2017 y 2018 respectivamente. Los resultados revelaron que todos los criterios de crecimiento de las plantas de tomate aumentaron significativamente (p≤0,05) al usar los tratamientos probados. Los resultados indicaron que el efecto de R. sativus como cultivo de biofumigación registró los porcentajes promedio más altos (57 y 92 %), y (64 y 102 %) en las temporadas 2017 y 2018 respectivamente. Al mismo tiempo, el nematicida Vydate (oxamyl) 24 % L fue el más efectivo en los porcentajes promedio más altos, es decir, el vigor del crecimiento de la planta, el aumento y el rendimiento de frutos por planta (64 y 98), (73 y 107) en dos temporadas sucesivas 2017 y 2018 respectivamente.
El análisis por cromatografía de gases líquidos-espectrometría de masas (GLC-MS) del extracto de diclorometano de rábano forrajero indicó la presencia de cuatro glucosinolatos, que se identificaron a través de sus productos de autólisis volátiles. La gluconapina, el compuesto principal, se identificó mediante el isotiocianato de 3-butenilo, mientras que la glucoerucina se identificó mediante el isotiocianato de 4-(metiltio)butilo, que se conoce comúnmente como erucina. El sulforafano se liberó del glucosinolato de 4-(metilsulfinil)butilo (glucorafanina), mientras que el isotiocianato de 4-(metilsulfonilo)butilo, conocido comúnmente como erisolina, se liberó de la glucoerisolina. Además, también se identificaron cinco GLS en la ensalada de rúcula. Se detectó gluconapina y se identificó su presencia a través de su epitionitrilo; 4,5-epitiopentanonitrilo. Los isómeros progoitrina y epiprogoitrina se detectaron a partir de los diastereómeros treo y eritro 1-ciano-2-hidroxi-3,4-epitiobutano, dos productos de hidrólisis, respectivamente. El glucosinolato aromático, gluconasturtiina, se pudo identificar a través de su nitrilo liberado, denominado nitrilo de 1-bencenopropano. La sativina, el principal compuesto identificado, es el isotiocianato de 4-mercaptobutilo.