Hugo E de Jesús, Raquel S Peixoto y Alexandre S Rosado*
Con el incremento de las actividades humanas en ambientes fríos, el riesgo de derrame de petróleo se ha vuelto mayor debido a la necesidad de generar energía utilizando petróleo. Varios accidentes se han relacionado en el Ártico y la Antártida involucrando áreas muy contaminadas y niveles crónicos de contaminación. A pesar de eso, el continente antártico presenta características peculiares y necesita ser analizado por separado debido a las propiedades geográficas, físicas y topológicas, más allá de los diferentes propósitos de las actividades humanas en el continente antártico. En la Antártida, las principales ocupaciones son estaciones científicas y militares permanentes y la mayoría de ellas están en actividad durante todo el año. Varios estudios que evalúan el potencial de biodegradación se han realizado utilizando suelos antárticos y los resultados son prometedores, sin embargo, no hay trabajos sobre el proceso de biorremediación en suelos del núcleo del continente, solo de las regiones costeras. El continente antártico presenta una comunidad microbiana diversa capaz de degradar petróleo incluso en condiciones extremas, siendo las cepas más encontradas pertenecientes a los géneros Rhodococcus, Acinetobacter, Sphingomonas, Pseudomonas, Stenotrophomonas, Pedobacter y Brevundimonas. En este sentido, los tratamientos de biorremediación están indicados para promover una recuperación sostenible y eficiente a bajo costo, que debe realizarse lo antes posible después del derrame para mejorar esta eficiencia. Además, en el ambiente antártico es necesario tener en cuenta las características físicas del suelo, las condiciones ambientales como la temperatura, la disponibilidad de agua, los nutrientes, la estación del año y los ciclos de congelación-descongelación. En este sentido, las actividades de mantenimiento como el reabastecimiento de combustible, la limpieza de los tanques de petróleo y el transporte de los hidrocarburos podrían realizarse en el invierno o cerca del período invernal, ya que la nieve puede servir como una barrera física que contiene el contaminante. Además, la aplicación de la biorremediación podría realizarse preferentemente en el verano, debido a las temperaturas más altas, pero después del período de descongelación, una vez que el hielo se descongele, puede esparcir el petróleo a regiones más sensibles y también los nutrientes agregados. Este artículo propone una revisión sin precedentes sobre el proceso de biorremediación exclusivo de los suelos antárticos, y proporciona el conocimiento necesario para la consolidación de la biorremediación en el ambiente antártico, además de sugerir estrategias de aplicación. La necesidad de estudiar previamente el área a tratar, considerando el mayor número posible de factores abióticos, para indicar la mejor estrategia de tratamiento, es aún más necesaria en los ambientes antárticos.