Mohamed SM
Recientemente, se ha informado de una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes, tanto en países desarrollados como en desarrollo, y se prevé que estas cifras aumenten aún más en los próximos años. La obesidad infantil aumenta el riesgo de obesidad en la edad adulta y enfermedades relacionadas con la obesidad, como hipertensión, diabetes mellitus y dislipidemia. Varios estudios destacan evidencia reciente sobre el papel de la genética, la edad, el género, el peso al nacer, el patrón dietético (comer comida rápida y refrigerios y saltarse el desayuno) y las características conductuales (actividades sedentarias, patrón de actividad física y horas de sueño) relacionadas con la aparición de obesidad en niños y adolescentes. Las intervenciones relacionadas con el cambio de prácticas dietéticas y el mantenimiento de la actividad física regular entre los niños a través de la iniciativa de los padres y el apoyo social en entornos naturales como el hogar y las escuelas, o los servicios de cuidado después de la escuela son las más importantes para prevenir la obesidad infantil.