Kaberi Bhattacharya
La esquizofrenia es un trastorno mental caracterizado por delirios, alucinaciones, trastorno del pensamiento formal, comportamiento desorganizado o catatónico, síntomas negativos (p. ej. embotamiento emocional, disminución de la iniciativa, habla empobrecida, etc.) y disfunción cognitiva. Aunque no se describe como criterio de diagnóstico, la disfunción cognitiva es el determinante más importante de la recuperación funcional, ya que tiene un efecto de deterioro gradual en el funcionamiento social y ocupacional. Precede, coincide y dura más que los síntomas positivos. Entre las diferentes capacidades cognitivas, afecta principalmente a la atención, la memoria, la velocidad de procesamiento, la cognición social y la función ejecutiva. Estudios recientes muestran que la esquizofrenia afecta a quienes tienen una función cognitiva comprometida o un coeficiente intelectual bajo. Además, diferentes técnicas de imágenes cerebrales han mostrado anomalías estructurales y funcionales en ciertas áreas. Este artículo ha intentado responder algunas preguntas como, ¿son inevitables las disfunciones cognitivas en los pacientes esquizofrénicos? Y, si lo son, ¿cuáles son las áreas y cuál es la naturaleza del afecto? También es importante saber cómo y por qué afectan el resultado a largo plazo de este trastorno.