Saghiv M*, Goldhammer E, Sagiv M, Ben-Sira D, Hanson P
Objetivos: Este estudio evaluó si las presiones arteriales sistólica y diastólica medidas simultáneamente por métodos directos e indirectos proporcionan lecturas similares para la respuesta de la presión arterial durante el ejercicio limitado por los síntomas en una cinta de correr y una bicicleta, y si se puede utilizar para controlar la presión arterial en pacientes hipertensos tratados con betabloqueantes.
Método: Se realizaron comparaciones con mediciones de auscultación y catéter intraarterial determinadas simultáneamente en una cinta de correr y una bicicleta. Ocho pacientes hipertensos (41,9 ± 2,0 años) participantes activos en programas aeróbicos supervisados (12,1 ± 1,2 MET de capacidad de trabajo) durante al menos 12 meses fueron reclutados para el estudio.
Resultados: En reposo, la presión sistólica indirecta se correlacionó altamente con el método directo (r=0,85), con media de 139 ± 7 y 134 ± 6 mmHg, respectivamente, en el ejercicio máximo en cinta (r=0,90), con media de 198 ± 11 y 189 ± 9 y en bicicleta (r=0,92) con media de 204 ± 10 196 ± 9 mmHg respectivamente. La presión arterial diastólica indirecta se correlaciona bien con la intraarterial en reposo (r=0,82), con media de 96 ± 11 y 88 ± 9 mmHg, respectivamente. Sin embargo, en el ejercicio máximo en cinta, el coeficiente de correlación entre los métodos directo e indirecto fue bajo (r=0,40), con media de 105 ± 9 y 112 ± 12 mmHg, respectivamente. En el pico de ejercicio en bicicleta la correlación fue (r=0,58) con medias de 107 ± 9 y 112 ± 12 mmHg.
Conclusiones: Estos resultados sugieren que en el pico de ejercicio en cinta y bicicleta, el método indirecto tiende a tener un sesgo bajo en comparación con el directo, por lo que no es válido para la evaluación de la presión diastólica en pacientes hipertensos. La intensidad debe tenerse en cuenta al utilizar variables cardiovasculares como medidas de resultados.