Diana Trendafilova, Julia Jorgova, Dimitar Petkov y Gencho Nachev
En este informe se describe el caso de una mujer de 76 años de edad a la que se le realizó reconstrucción de la aorta ascendente sin reemplazo valvular aórtico en 2003 debido a una disección aórtica tipo A. Un año después se le diagnosticó insuficiencia aórtica grave de hasta grado III. En los últimos 3-4 años, la paciente desarrolló insuficiencia cardíaca con disnea e ingresos frecuentes por insuficiencia cardíaca congestiva. Después de una evaluación multidisciplinaria exhaustiva entre cardiólogos y cirujanos torácicos, se le ofreció TAVI a la paciente, quien consintió y aceptó los riesgos de esta intervención. El procedimiento TAVI se realizó bajo anestesia general. Se eligió la arteria subclavia izquierda para introducir la prótesis valvular. Inmediatamente después de ajustar la posición de la prótesis bajo fluoroscopia y liberarla del sistema de introducción, la prótesis se dislocó en el ventrículo izquierdo con una gran insuficiencia aórtica. Después de intentos infructuosos de reposicionarla tirando con un lazo, se implantó una segunda válvula, “válvula en válvula”. El paciente fue dado de alta el séptimo día después del procedimiento en condición clínica estable.
Conclusión: La TAVI debe considerarse como una opción de tratamiento alternativa al tratamiento conservador en casos selectivos con insuficiencia aórtica, si los pacientes son inoperables y tienen un mal pronóstico.