Onoriode Ezire, Isa Saidu Babale, Badamasi Usman, Aliyu Guraguri y Omokhudu Idogho
Antecedentes: El uso de anticonceptivos en Nigeria sigue siendo muy bajo (15,5%) mientras que la tasa de fecundidad total sigue siendo muy alta (5,5). El acceso y la aceptación de los servicios de planificación familiar en las comunidades rurales es inferior al promedio nacional. En Nigeria, más del 60% de la población reside en localidades rurales. Uno de los factores que limita el acceso a los servicios de planificación familiar es el número muy limitado de proveedores de atención sanitaria capacitados, ya que la proporción de un miembro del personal médico por población es de 1:100.000. En medio de la actual limitación de recursos en el país, ¿es el uso de distribuidores comunitarios (CBD) una opción eficaz para promover los servicios de planificación familiar? Métodos: Se recopilaron datos de costos y beneficios para la salud de un proyecto implementado en Nigeria. Definimos el costo desde la perspectiva del proveedor. Estimamos el beneficio para la salud utilizando el año de protección de la pareja (CYP) y el año de vida ajustado por discapacidad (AVAD). La efectividad se determinó utilizando el umbral de costo-efectividad de la OMS. Resultados: Se ganaron más de 25 millones de CYP y se evitaron 39.714 AVAD. El costo total fue de alrededor de $1,19 millones, con un costo promedio por persona alcanzada de $0,78. Calculamos que la tasa de efectividad incremental fue de $29,94, que es menor que el PIB per cápita de Nigeria ($3000). Conclusión: Si bien se trabaja en el objetivo a largo plazo de aumentar la cantidad de personal médico capacitado, el uso de CBD es una estrategia efectiva en lugar de una situación de no hacer nada. Recomendamos el uso de CBD para ampliar no solo la planificación familiar sino también otras necesidades de atención médica preventiva de las comunidades rurales, ya que es sostenible, propiedad de la comunidad y rentable.