Michael Rusnack
El Programa de Vacunas para Niños (VFC, por sus siglas en inglés) es un programa financiado por el gobierno federal en los Estados Unidos que proporciona vacunas a los niños que carecen de seguro médico o que no pueden afrontar el costo de la vacunación. El programa VFC se creó en 1993 y debe ser un nuevo derecho del plan Medicaid de cada estado. El programa se implementó oficialmente en octubre de 1994 y atendió a niños elegibles en todos los Estados Unidos (EE. UU.). Otros países, las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) tienen programas similares.
Un aspecto fundamental de estos programas es la orientación en torno al control ambiental de los materiales. Para mantener de la mejor manera la integridad de estos productos, se requieren parámetros de almacenamiento específicos. Es necesario almacenar la mayoría de las vacunas a temperaturas de refrigeración o congelación. Para garantizar de la mejor manera la eficacia de las vacunas, se especifican los estándares y el equipo de control. La tecnología y las metodologías pueden ser adecuadas para los materiales de estos programas; estos mismos métodos no lo son para la vacuna contra la COVID.
Al revisar las recomendaciones de las guías en todo el mundo, se pueden observar puntos en común en el programa. Cada guía exige el uso de registradores de datos digitales (DDL), frecuencias de muestreo de 15 a 30 minutos, registro diario (durante el horario de oficina) y el uso de un regulador de temperatura, cada una sin especificidad.
En este manuscrito se describirán las deficiencias del monitoreo del programa VFC y se demostrará cómo estos métodos son insuficientes para monitorear las vacunas contra la COVID-19. En este artículo se analizarán las consideraciones para el transporte, el almacenamiento y la distribución de la cadena de frío de la vacuna contra la COVID-19.