Nuevo México Hamoudi
Cada año, muchos pacientes se ven afectados por eventos adversos a medicamentos que resultan de la complicación de la terapia farmacológica. Las interacciones fármaco-fármaco (IDF) son un subtipo esperado de eventos adversos a medicamentos. La mayoría de las IDF potenciales son prevenibles, pero siguen siendo un problema significativo para los pacientes y el sistema de atención médica. Entre los factores de riesgo asociados a las IDF se incluyen la edad avanzada, las comorbilidades, la polifarmacia y la estancia hospitalaria prolongada. Las IDF son un problema clínico considerable en los pacientes cardíacos hospitalizados, los pacientes con cáncer, los pacientes hipertensos y los pacientes con infecciones por el virus de la inmunodeficiencia (VIH) y el virus de la hepatitis C (VHC). El mejor manejo de las IDF implica la evaluación de la interacción; la decisión de prescribir, dispensar o administrar la combinación interactuante; el seguimiento y el asesoramiento adecuado al paciente. Se realizaron diferentes estudios para detectar y evitar las IDF. Se han introducido diferentes estrategias para reducir y prevenir el riesgo de interacciones farmacológicas mediante la mejora del etiquetado del perfil metabólico de los nuevos fármacos y de las combinaciones graves fármaco-fármaco y fármaco-gen, y la determinación del efecto de las nuevas directrices sobre los cambios en el etiquetado de los productos para los pacientes de edad avanzada y los pacientes con polifarmacia. En la práctica clínica, los farmacéuticos pueden utilizar buenas fuentes de información; los médicos pueden utilizar software de detección para la detección y gestión de interacciones farmacológicas; los consumidores y los pacientes pueden utilizar sistemas de apoyo a la toma de decisiones para las interacciones farmacológicas potenciales y los profesionales sanitarios deben considerar la conciliación de la medicación para reducir los errores de medicación.