Iniabasi N Nglass, Lynda Ozor, Olatunde Olotu, Abdulfatai Momoh, Chima E Onuekwe, Collins Owili
La malaria sigue siendo una de las principales causas de mala salud en África y Nigeria. Según el informe mundial sobre la malaria de 2018, en Nigeria se producen 53 millones de casos anuales (1 de cada 4 personas), lo que supone el 25 % de la carga mundial y el 53 % de los casos en África occidental. Solo en Nigeria se registran 81.640 muertes al año (9 muertes por hora), lo que representa el 19 % de las muertes por malaria a nivel mundial (1 de cada 5 muertes por malaria a nivel mundial) y el 45 % de las muertes por malaria en África occidental. El Plan Estratégico contra la Malaria de Nigeria (NMSP) 2014-2020 tiene como objetivo reducir la carga de malaria a niveles previos a la eliminación y reducir a cero la mortalidad relacionada con la malaria.
En el noreste de Nigeria, la transmisión de la malaria es perenne, con un pico estacional marcado de julio a noviembre de cada año. Dado que la malaria es altamente endémica en el noreste, lo que aumenta la carga sobre los recursos de salud y eleva el riesgo de morbilidad y mortalidad entre la población afectada, en particular los niños menores de cinco años que son uno de los grupos vulnerables, en 2018 se implementó la quimioprevención masiva estacional (SMC) durante la temporada de lluvias para reducir la morbilidad y la mortalidad en situaciones de emergencia y los resultados fueron una enorme reducción del 6,5% en los casos de fiebre y malaria confirmada, en comparación con años anteriores en niños menores de cinco años que se beneficiaron de la SMC, según se obtuvo del estudio del efecto de la SMC en la morbilidad de la malaria realizado en el estado de Adamawa en 2018. Para lograr un mejor impacto en el control de la malaria, se recomienda una combinación de medidas preventivas (vigilancia sólida, pulverización residual en interiores, uso de mosquiteros tratados con insecticidas), gestión eficaz de los casos y mejora de la capacidad del personal.