Effrosyni Grosi*, Anthoula Tsolaki, Iordanis Saoulidis, Eleni Liouta, Christos Savopoulos, Isidora Bakaimi, Martha Spilioti
La pandemia de COVID-19 ha tenido un gran impacto en todo el mundo. La producción de vacunas fue un gran logro biotecnológico que fortaleció la defensa contra esta amenaza fatal. Sin embargo, a medida que se han administrado miles de millones de inyecciones, han surgido algunos problemas de seguridad. Presentamos un caso de un paciente de 55 años con antecedentes de LLC (leucemia linfocítica crónica), que tuvo encefalitis diecisiete días después de la vacunación. Aunque los beneficios superan el riesgo de la vacunación en este momento, todos los eventos adversos raros y graves deben notificarse. La importancia de dichos informes es aún mayor cuando se refieren a subgrupos especiales de pacientes, considerados inmunodeprimidos.