Mani Chandan Katthula
Los trastornos eosinofílicos se caracterizan por un aumento de los niveles de eosinófilos en uno o más lugares del tracto digestivo. Los eosinófilos son glóbulos blancos que desempeñan un papel en la lucha contra los parásitos y las reacciones alérgicas. El esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso (colon) pueden verse afectados. Existen tres tipos de trastornos eosinofílicos: Esofagitis eosinofílica. La esofagitis eosinofílica (EE) afecta al esófago. Gastroenteritis eosinofílica. La gastroenteritis eosinofílica (GEE) se refiere al estómago y al intestino delgado. Colitis eosinofílica. La colitis eosinofílica (CE) se refiere al intestino grueso (colon). La esofagitis eosinofílica (EE) es el trastorno eosinofílico más común. La EE se caracteriza por un aumento de los eosinófilos en el esófago. Se cree que la EE es una reacción alérgica, probablemente a los alimentos. Hay algunas pruebas que sugieren que la sustancia alérgica puede estar presente en el medio ambiente. Muchos pacientes con EE también padecen otras enfermedades alérgicas, como asma, eczema y enfermedad de los senos nasales.