Mohamed NE*, Mohamed Ali OM, Zaroug I e Ibrahim AE
Partes de la cuenca del Nilo Azul mostraron buenas indicaciones de petróleo hace una década, la pregunta desconcertante es por qué no hay drenaje de petróleo. El sentido geológico común se dirigirá hacia las variaciones litológicas laterales y sus impactos en la porosidad y la permeabilidad y, por lo tanto, hacia la dinámica de los procesos que gobiernan y generan esta arquitectura y los modos de su desarrollo. Este estudio tiene como objetivo revelar la arquitectura de la cuenca y su evolución, y sugiere firmemente la aplicación de la técnica de backstripping 2D restringido utilizando la técnica de modelado de gravedad orientado al proceso (POGM) y el uso de la discriminación entre las anomalías de rift y sedimento. Mediante secciones sísmicas estratigráficas de descompactación, isostasia, recuperar la geometría de la corteza en el momento del rift, calcular y agregar la contribución de sedimentos y agua a la anomalía de gravedad del rift, comparar entre el aire libre observado y la gravedad calculada. La técnica POGM da como resultado una buena discriminación entre las contribuciones de gravedad de sedimentos y rift, y un valor de 45 km de espesor de litosfera elástica, que se utiliza para restringir la técnica de backstripping. Los resultados del backstripping muestran que la cuenca es de tipo half graben, el factor de extensión varía de 1.04 hasta 1.1, lo cual se acomoda a la falla normal lístrica y los bloques rotados que conforman el muro colgante y se desarrollan para ser la cuenca. El movimiento relativo entre estos bloques y el muro de pie tiene diferentes comportamientos desde actuar independientemente hasta actuar como una unidad, esta interacción cambia las fallas normales en fallas inversas, lo que generó la segmentación temporal de la cuenca, el relieve, los patrones de drenaje interno y la migración del depocentro de la cuenca. Desde un punto de vista tectonoestratigráfico, la evolución de la cuenca del Nilo Azul está dada por diferentes paleoambientes y sus posiciones en términos de tiempo y espacio están controladas por la interacción del suministro de sedimentos y la capacidad de la cuenca, que dependen del clima y la subsidencia estructural/térmica respectivamente.