Kit Sing Au y Hope Northrup
El mielomeningocele (MM) es la forma más grave de defecto del tubo neural abierto lumbosacro compatible con la supervivencia y produce diversos grados de discapacidad. Aproximadamente 4 de cada 10.000 nacidos vivos se ven afectados en los Estados Unidos (EE. UU.). Los mexicano-estadounidenses, la población étnica de más rápido crecimiento en los EE. UU., tienen la tasa de prevalencia más alta de defectos del tubo neural, seguidos por los estadounidenses caucásicos. La aparición de MM representa una carga económica y de salud pública significativa en los EE. UU. Tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen al desarrollo de MM. La contribución genética a los defectos del tubo neural es compleja. Más de 205 loci genéticos están implicados en mutantes y cepas de ratones. La mayoría de los defectos del tubo neural en ratones afectan el sistema nervioso central rostral y solo un puñado presenta solo espina bífida. En contraste, la variabilidad genética y los mecanismos moleculares en el desarrollo de MM en humanos son en gran parte desconocidos. La contribución de las mutaciones de novo al MM
En humanos, se desconoce la presencia de variantes raras y se puede determinar mediante la caracterización de las variaciones presentes en los exomas de los individuos afectados por MM. La secuenciación completa del exoma es una herramienta rentable y eficiente para descubrir variantes raras de gran efecto, así como todo el espectro de frecuencias de sitios de variaciones en los exomas para establecer la asociación con la enfermedad. Además, la secuenciación de los elementos reguladores en los genomas de los individuos afectados por MM puede descubrir variantes raras que pueden afectar la expresión de genes críticos para el desarrollo normal del tubo neural.