Takashi Nakaoka1, Ram B Singh, Toru Takahashi, Kuniaki Otsuka, Lekh Juneja, DW Wilson, Hyun Ho Shin, Moon-Kyu Lee, Sung-Rae Kim, Tracy Peressini, Germaine Cornelissen y Franz Halberg
Existen pruebas de que diversos marcadores sociales de la salud pueden influir en los niveles de inactividad física,
los patrones alimentarios, la ingesta de sal, el consumo de alcohol, el consumo de tabaco y el estrés. Estos factores de riesgo conductuales también pueden
denominarse factores de riesgo primarios de las ENT. Aparte de estos determinantes sociales de la salud, la altitud elevada,
la actividad geomagnética y la alteración del sueño son otros factores ambientales que pueden predisponer a la variabilidad circadiana de las funciones biológicas que dan lugar a las ENT. Los atributos del nivel socioeconómico, como la educación, la educación sanitaria, la ocupación, los ingresos familiares y la disponibilidad de automóviles, son indicadores importantes del estilo de vida y los patrones de consumo de alimentos. Estos marcadores sociales pueden influir en los niveles de actividad física, los patrones alimentarios, la ingesta de sal, el consumo de alcohol y el consumo de tabaco, que son importantes en la patogénesis de las enfermedades no transmisibles (ENT).