Tohru Inaba, Yu Okamoto, Satoshi Yamazaki, Tohru Takatani, Nodoka Satoh, Masaya Nishida, Masato Nishimura, Tetsuya Hashimoto y Hiroyuki Kobayashi
Un hombre de 57 años que había sido tratado con hemodiálisis debido a una enfermedad renal crónica terminal durante 3 años recibió un injerto de derivación arteriovenosa con un injerto de acceso vascular de poliuretano en el brazo superior izquierdo. Dos meses después, se le diagnosticó anemia hemolítica con glóbulos rojos fragmentados (RBC). Nunca había presentado síntomas clínicos como fiebre o anomalías neurológicas características de la púrpura trombocitopénica trombótica (PTT). Además, no se encontró trombocitopenia ni anomalía de la coagulación en el examen de laboratorio de rutina. Recibió una banda arterial para reducir el flujo sanguíneo que ingresaba al injerto de acceso vascular artificial, lo que condujo a una rápida recuperación de la anemia hemolítica, sin recurrencia. Este fue un caso extremadamente raro de anemia hemolítica angiopática con glóbulos rojos fragmentados causado por un injerto de derivación desfavorable, tratado con éxito con una reoperación simple para reducir el flujo sanguíneo que ingresaba al injerto de acceso vascular.