Abdullah M. El-Mowafy
La terapia a base de plantas, un tratamiento de enfermedades basado en plantas, ha sido el único remedio disponible durante siglos. Con la llegada de la medicina occidental estandarizada, surgieron incertidumbres multifacéticas en relación con la calidad, los componentes, la seguridad y el modo de acción de las hierbas. Las técnicas ómicas (análisis rápidos, ricos en información y a gran escala que incluyen genómica, proteómica y metabolómica) han proporcionado una imagen oportuna, profunda y general de múltiples eventos que ocurren en una célula o tejido. Las técnicas ómicas, introducidas en el año 2000, desenredaron y revolucionaron diversas cuestiones botánicas y de actividad de la terapia a base de plantas, como la autenticación, el control de calidad, la dosificación y los perfiles de seguridad. Además, las técnicas ómicas fomentaron un nuevo aspecto de la “sinergia” de medicamentos en el que el uso racional de múltiples componentes (mezclas) mejoró la eficacia o redujo la toxicidad de las hierbas. Ahora que se ha logrado que la “caja negra” sea transparente, los futuros proyectos ómicos deberían considerar la posibilidad de asegurar una estrategia de desarrollo que permita una evaluación consistente y precisa de las hierbas. Asimismo, los ómicos, con los avances logrados, deberían obtener nuevos enfoques futuros para optimizar la utilidad de la terapia hormonal y acelerar su fusión con la medicina occidental.