Loïc Nsabimana*, Gervais Beninguisse
En este artículo se examinan los niveles de conocimiento sobre el VIH entre las personas con discapacidad en comparación con sus homólogos sin discapacidad en Bujumbura, así como los factores individuales y ambientales que influyen en la adquisición de conocimientos sobre el VIH. Los datos se obtuvieron de la encuesta HandiSSR, realizada entre 2017 y 2018, utilizando un muestreo aleatorio estratificado de 600 participantes con discapacidad y 600 sin discapacidad (que sirvieron como grupo de control). El análisis de los datos se realizó en dos etapas: en primer lugar, las pruebas de chi-cuadrado evaluaron las asociaciones bivariadas entre los niveles de conocimiento sobre el VIH y el estado de discapacidad, controlando varias variables sociodemográficas. Luego, se utilizó una regresión logística binaria para identificar los factores predictivos de un bajo nivel de conocimiento sobre el VIH. Los resultados indican que las personas con discapacidad tienen 2,2 veces más probabilidades de tener niveles significativamente más bajos de conocimiento sobre el VIH en comparación con las personas sin discapacidad, lo que revela una marcada disparidad en el acceso a la información sobre el VIH. El análisis identifica la edad, el nivel de educación y la actividad económica como variables críticas que afectan estos niveles de conocimiento. Estos resultados ponen de relieve que, incluso 40 años después del inicio de la respuesta mundial al VIH, los programas de prevención siguen siendo en gran medida inadecuados y no tienen en cuenta las necesidades específicas de las personas con discapacidad. Esta insuficiencia persistente socava gravemente la eficacia de las estrategias de prevención del VIH. La integración de estos resultados en los marcos teóricos existentes, como la teoría de la autoeficacia de Bandura, demuestra que existe un riesgo real de mantener focos de transmisión del VIH en las poblaciones con discapacidad, lo que comprometería los esfuerzos mundiales y nacionales para eliminar esta enfermedad para 2030.