Edwin D. Lephart
Debido a su accesibilidad, la piel fue uno de los primeros órganos que se examinaron mediante tecnologías genéticas. Las técnicas de microarrays/ARNm han demostrado los valiosos aspectos de esta metodología para la elucidación y cuantificación de los cambios en los genes relacionados con la piel humana. Es importante revisar/comprender cómo los productos botánicos influyen en la expresión de los genes de la piel humana (mediante la estimulación o inhibición de ciertos genes) y comparar estos biomarcadores con los mecanismos conocidos del envejecimiento de la piel. Esta revisión analiza cómo los genes de la piel humana se modulan mediante 1) una mejor cicatrización de heridas con un extracto de una conocida planta medicinal en Asia, Angelica sinensis, 2) la exposición a la luz solar ultravioleta que representa la principal causa del fotoenvejecimiento o envejecimiento extrínseco de la piel y la protección posterior mediante un extracto de soja, 3) el equol y sus isómeros que estimulan el colágeno y la elastina mientras que al mismo tiempo inhiben el envejecimiento y los biomarcadores inflamatorios y 4) el resveratrol, el fitoquímico de más alto perfil conocido por el público en general que muestra algunas propiedades similares al equol con el beneficio adicional de estimular el biomarcador antienvejecimiento surtuin o SIRT1. Por lo tanto, las influencias protectoras de los productos botánicos/fitoquímicos que se explican en este documento brindan aplicaciones potenciales para mejorar la salud de la piel humana.