Akshiv Malhotra, Bernard J. Poiesz, Andrew W. Burgdorf y Ajeet Gajra
La ifosfamida es un agente alquilante, un análogo estructural de la ciclofosfamida. En sus inicios, su uso se limitaba a la cistitis hemorrágica limitante de la dosis, que se contrarrestaba utilizando mesna (2-mercaptoetano sulfonato) junto con ella [1]. La ifosfamida ha encontrado varios usos desde entonces. Uno de sus usos más importantes es en sarcomas avanzados de tejidos blandos, donde se utiliza como quimioterapia adyuvante junto con doxorrubicina [2,3]. El ensayo cooperativo italiano mostró una estimación de supervivencia general a 5 años de 66,0% y 46,1% para el grupo de tratamiento y el grupo de control, respectivamente (p = 0,04) [4]. La ifosfamida y la doxorrubicina también se utilizan con buenos resultados en el rabdomiosarcoma avanzado. El ensayo del Intergroup Rhabdomyosarcoma Study Group mostró una tasa de respuesta completa del 52% en pacientes tratados con estos 2 fármacos [5]. Además, se encontró que la ifosfamida junto con el etopósido era superior a la vincristina y el melfalán en otro estudio para el rabdomiosarcoma avanzado con una tasa de supervivencia general que llegaba hasta el 55% a los 3 años [6]. En un estudio para el sarcoma de Ewing, se encontró que la ciclofosfamida y la ifosfamida tenían una eficacia similar, pero la primera se asoció con una mayor tasa de toxicidad [7]. En niños con sarcoma recurrente/refractario, el tratamiento con ifosfamida, carboplatino y etopósido (ICE) como quimioterapia de reinducción produjo una tasa de respuesta general del 51% con una mejora significativa en la supervivencia general a 1 y 2 años [8]. Además, en pacientes con linfoma difuso de células B grandes (DLBCL) recidivante o primario refractario, la tasa de respuesta general a la ICE fue tan alta como el 70%, con una tasa de respuesta completa del 25% al 30% [9]. Cuando este régimen se combinó con rituximab (R), se observó una respuesta aún mejor [10].