Osama H. Mohamed Ibrahim
Los problemas relacionados con los medicamentos (PRM), que incluyen el fracaso terapéutico y los eventos adversos relacionados con los medicamentos (EAM), son cuestiones vitales para la seguridad del paciente [1]. Son particularmente frecuentes después de la hospitalización [2], cuando los cambios múltiples en los regímenes de medicación de los pacientes pueden estar asociados con una educación deficiente del paciente, falta de seguimiento e interrupción de la atención [3-5]. Estos factores suelen dar lugar a una prescripción inadecuada de medicamentos, discrepancias entre los regímenes prescritos y los reales, menor adherencia y observación insuficiente de los efectos adversos [6-9]. Estos problemas pueden causar EAM prevenibles y un uso amplificado de la atención sanitaria. Se estima que entre el 12% y el 17% de los pacientes de medicina general experimentan EAM después del alta hospitalaria, más de la mitad de ellos se consideran prevenibles o mejorables (es decir, la duración o la gravedad podrían haberse reducido) [10-12], hasta el 12% de los EAM resultan en visitas al Departamento de Emergencias (ED) y el 5% en reingresos. Un ADE prevenible se definió como una reacción no deseada a un medicamento, que podría haberse evitado mediante una selección o un manejo adecuados del mismo [13].