Joanna Kabat-Koperska*,Agnieszka Kolasa-Wolosiuk,Irena Baranowska-Bosiacka,Krzysztof Safranow,Danuta Kosik-Bogacka,Izabela Gutowska,Anna Pilutin,Edyta Golembiewska,Karolina Kedzierska,Leszek Domanski,Kazimierz Ciechanowski
Resumen Objetivo: En el estudio nos centramos en el impacto de los fármacos inmunosupresores “seguros” y “contraindicados” en combinaciones durante el embarazo sobre los cambios en los riñones nativos en ratas Wistar juveniles después de la exposición de ratas hembras preñadas a estos fármacos. Método: El estudio se realizó en 32 ratas Wistar hembras (dosis completas de fármacos) y 8 ratas Wistar hembras (media dosis de fármacos), sometidas a regímenes inmunosupresores comúnmente utilizados en la terapia de receptores de trasplantes de riñón humanos. Los animales recibieron fármacos por sonda oral 2 semanas antes del embarazo y durante 3 semanas de embarazo. Resultados: Con base en las concentraciones de creatinina sérica, la combinación de tacrolimus, micofenolato de mofetilo y prednisona resultó ser menos dañina para el riñón que la combinación de ciclosporina A, micofenolato de mofetilo y prednisona o ciclosporina A, everolimus y prednisona. La concentración de lipocalina asociada a la gelatinasa de neutrófilos (NGAL) en el riñón pareció ser dependiente de la dosis en ratas tratadas con ciclosporina A, micofenolato de mofetilo y prednisona. Los cambios morfológicos en los riñones de ratas jóvenes expuestas a un tratamiento inmunosupresor en el útero fueron más pronunciados en las primeras 3 semanas de vida y disminuyeron con la edad. En ratas expuestas a ciclosporina A, everolimus y prednisona hemos observado una disminución en el espesor de la corteza renal y una reducción del diámetro de los glomérulos. Estos cambios todavía eran evidentes en animales de 8 semanas de edad. Conclusión: La combinación de tacrolimus, micofenolato de mofetilo y prednisona resultó ser la menos dañina para el riñón (las concentraciones de creatinina más bajas); la combinación de ciclosporina A, everolimus y prednisona pareció ser la más dañina: observamos no solo un aumento en las concentraciones séricas de creatinina, sino también una disminución en el espesor de la corteza renal y una reducción del diámetro de los glomérulos.