Austin Murphy
Para proporcionar un conocimiento verdadero, los conceptos explicativos en el ámbito social deben ser consistentes con las observaciones científicas sobre las sustancias de nivel micro que subyacen a la realidad de los seres cuyas interacciones las teorías sociales buscan explicar. Como resultado, existe una necesidad en la investigación social de una teoría unificada de la física básica de los seres sociales que involucre la naturaleza del ser mismo. Como señaló Omnes, una teoría unificada y consistente del ser que refleje la realidad de la física cuántica es muy importante en la ontología y la filosofía en general. Sin embargo, las cuestiones filosóficas profundas relacionadas con si los seres sociales representan meras ilusiones y si las percepciones de tales seres son categorizaciones simbólicas detalladas de la naturaleza de la existencia o generalizaciones aproximadas del verdadero estado de todo son importantes en todos. Una contribución importante para asegurar tal consistencia ha sido proporcionada por Leuten, quien, utilizando una muestra representativa muy diversa de evidencia científica derivada de más de mil fuentes interdisciplinarias, explicó cómo todo está compuesto de varias combinaciones de nada dividida que evolucionó de la nada. (Otros autores como Krauss, que explicó cómo la gravedad cuántica y la inflación cósmica permiten que un universo sin energía neta dure más que las partículas virtuales que surgen del vacío, han sugerido que el universo evolucionó de la nada, pero dejan lagunas mucho más grandes en el desarrollo de teorías o hipótesis sobre los detalles de cómo un universo así podría haber surgido endógenamente de la nada. El origen de las leyes observadas de la mecánica cuántica y de todas las partículas exóticas existentes no se aclara de ninguna manera que sea muy diferente a suponer que una deidad apareció de la nada y creó la física cuántica así como todo lo demás.