Samaranayake NR y Cheung BMY
Los errores de medicación tienen un gran impacto en la seguridad del paciente y en los costos de la atención médica. Aunque los errores ocurren en cada etapa del proceso de uso de medicamentos, los que ocurren en la última parte del proceso con frecuencia no se detectan. Por lo tanto, si bien es necesario eliminar todos los errores de medicación, los que afectan con frecuencia al paciente deben detenerse primero. Los errores ocurren debido a una combinación de fallas humanas y relacionadas con el sistema. Sin embargo, mejorar el sistema parece ser el enfoque prudente para evitar errores de medicación, ya que las fallas humanas son inevitables. Los esfuerzos para mejorar los sistemas incluyen dos áreas amplias. Una es la automatización de los sistemas y la otra es mejorar la calidad de la prescripción. Las tecnologías han mejorado la seguridad del proceso de uso de medicamentos en gran medida, pero este éxito depende de la aceptación del usuario. Si las tecnologías son difíciles de usar, los usuarios pueden evitar los procedimientos estándar, lo que da como resultado errores nuevos e imprevistos. La administración de medicamentos asistida por código de barras es una de esas tecnologías útiles que generalmente se asocia con problemas de implementación y soluciones alternativas. Por lo tanto, la planificación previa adecuada, las evaluaciones de la actitud del usuario y las evaluaciones posteriores a la implementación son tres aspectos vitales de la implementación de una nueva tecnología. Mejorar la calidad de las prescripciones es también una estrategia muy útil para mejorar la seguridad de los medicamentos, ya que un gran porcentaje de hospitales todavía utilizan recetas escritas a mano. Se ha demostrado que el uso de abreviaturas propensas a errores es muy peligroso, ya que los farmacéuticos y las enfermeras pueden malinterpretarlas, especialmente si las recetas son ilegibles. Un enfoque popular para desalentar el uso de abreviaturas propensas a errores en las recetas es mediante una lista de "No utilizar", una lista que muestra las abreviaturas propensas a errores que los prescriptores deben evitar. Sin embargo, no se ha demostrado su eficacia ni su cumplimiento por parte de los profesionales sanitarios. En conclusión, los errores de medicación tienen un gran impacto en la seguridad del paciente y las intervenciones destinadas a minimizarlos necesitan una planificación e implementación cuidadosas.