Narendra Reddy y Yiqi Yang
Las proteínas vegetales tienen un gran potencial para aplicaciones médicas, pero plantean desafíos considerables para la fabricación de biomateriales. A pesar de los esfuerzos sustanciales, especialmente en la última década, para desarrollar biomateriales poliméricos, no existen polímeros que sean ideales para la ingeniería de tejidos, la administración de fármacos y otras aplicaciones médicas. Por lo tanto, la búsqueda para encontrar nuevas fuentes de biomateriales continúa. Las proteínas naturales como el colágeno y la seda, los carbohidratos como el quitosano y la celulosa y los biopolímeros sintéticos como el ácido poliláctico han sido ampliamente estudiados para posibles aplicaciones médicas. La biotecnología y la nanotecnología también se han adoptado ampliamente para desarrollar polímeros regenerados y recombinantes para aplicaciones médicas. La llegada de la nanotecnología y sus muchas ventajas para aplicaciones médicas han llevado al desarrollo de nanofibras y nanopartículas a partir de polímeros tanto naturales como sintéticos para la ingeniería de tejidos, la liberación controlada y otras aplicaciones médicas. Sin embargo, tanto los polímeros naturales como los sintéticos disponibles actualmente tienen muchas limitaciones que restringen su uso para aplicaciones médicas. Los biomateriales desarrollados a partir de polímeros naturales no tienen las propiedades mecánicas deseadas para aplicaciones médicas. Por ejemplo, los andamios desarrollados a partir del colágeno tienen una estabilidad hidrolítica deficiente y los esfuerzos por reticular y mejorar las propiedades no han tenido éxito en la obtención de biomateriales citocompatibles. Aunque la seda tiene excelentes propiedades mecánicas y biocompatibilidad, tiene tasas de degradación lentas y es difícil disolverla y procesarla para obtener diversos tipos de biomateriales. Los biomateriales desarrollados a partir de la mayoría de los polímeros sintéticos tienen la biocompatibilidad y las propiedades mecánicas, pero su degradación en sustancias tóxicas en el cuerpo es motivo de preocupación. De manera similar, los biomateriales a base de metal y cerámica no tienen la degradabilidad deseada y son difíciles de procesar para obtener diferentes formas de biomateriales.