Uche Nwaopara y Princewill Stanley
Antecedentes/Objetivos: El encarcelamiento se ha asociado con enfermedades mentales, especialmente depresión.
Objetivos: Investigar la prevalencia de trastornos depresivos entre los reclusos de las prisiones de Port Harcourt, en el sur de Nigeria.
Métodos: A través de un muestreo aleatorio estratificado, se entrevistó a 400 prisioneros utilizando el componente de depresión del WHO SCAN en un diseño de 2 etapas después de haber sido evaluados con el Inventario de depresión de Beck (BDI). El estudio fue de naturaleza descriptiva y utilizó evaluación psicométrica. Se administró un cuestionario con características sociodemográficas junto con el Inventario de depresión de Beck. El autor realizó un análisis bivariado y multivariado con respecto a la depresión. Se utilizó SPSS versión 17 para el análisis y la prueba de significancia se estableció en p < 0,05.
Hallazgos: 169 sujetos presentaron depresión según el BDI. Sin embargo, SCAN reveló una prevalencia de 59 (14,8%) para depresión leve con características somáticas, 57 (14,2%) para depresión moderada con características somáticas, 25 (6,2%) depresión severa sin características psicóticas, mientras que 18 (4,5%) tenían depresión severa con características psicóticas. La prevalencia real general de depresión fue del 37%. Se encontró que los factores sociodemográficos eran estadísticamente significativos, incluidos la edad (siendo mayor actuando como factor protector), el estado civil y el lugar de vida. Sin embargo, el análisis de regresión logística múltiple reveló que los predictores más fuertes de depresión entre los sujetos vivían en el área urbana (OR: 0,31, IC = 0,14-0,68, p < 0,01), al corregir los factores de confusión.
Discusión/Conclusiones: Se encontró que la prevalencia de depresión era alta. La mayoría de los identificados no fueron diagnosticados ni recibieron tratamiento. La depresión no detectada, subdetectada y subtratada en los prisioneros es un problema de salud pública en aumento.