Robert Enright, Tomaz Erzar, Maria Gambaro, Mary Cate Komoski, Justin O'Boyle, Gayle Reed, Jacqueline Song, Mark Teslik, Brooke Wollner, Zhuojun Yao, Lifan Yu
Proponemos un enfoque novedoso para las correcciones, tanto en prisiones de máxima seguridad para adultos como en centros de detención juvenil para adolescentes. Nuestra hipótesis es que el trato injusto por parte de los demás puede conducir a un dolor interior, que puede conducir a la ira. La ira no resuelta puede profundizarse y persistir, convirtiéndose en lo que llamamos ira excesiva, comprometiendo la salud psicológica y la conducta de la persona. La ira excesiva puede convertirse en rabia (ira muy intensa, potencialmente violenta) que puede alimentar el crimen, la falta de cooperación dentro del sistema penitenciario y el aumento de las tasas de reincidencia. Cuando la ira excesiva es causada por un comportamiento injusto de los demás, antes del crimen, la condena y el encarcelamiento de una persona, entonces podemos reducir e incluso eliminar la ira excesiva a través del tratamiento empíricamente verificado de la Terapia del Perdón. Es raro, en nuestra experiencia, que la rehabilitación penitenciaria haga que los presos miren hacia atrás, hacia las injusticias que les sucedieron antes del crimen. Cuando se les da la oportunidad de hacer esto, tienen la oportunidad, quizás por primera vez, de enfrentar la injusticia y sanar el dolor y la ira resultantes de las acciones injustas contra ellos que podrían haber sucedido hace años, incluso en la infancia. La terapia del perdón puede ser uno de los pocos enfoques de salud mental existentes que ofrecen la oportunidad de liberarse de la ira excesiva, quizás por primera vez en la vida de la persona. Se describe una investigación sobre la terapia del perdón con una muestra de jóvenes encarcelados en Corea, así como dos casos individuales de hombres dentro de una prisión de máxima seguridad.