Deepa Narasimhulu y Shantanu Rastogi
El sulfato de magnesio se administra ampliamente a mujeres embarazadas con riesgo de parto prematuro para la neuroprotección. Sin embargo, no existen pautas uniformes en el protocolo de dosificación para el uso de magnesio. Si bien la terapia prenatal con magnesio reduce el riesgo de parálisis cerebral y disfunción motora gruesa, algunos han informado resultados neonatales adversos relacionados con el magnesio, que son objeto de un considerable debate. Puede haber una ventana terapéutica dentro de la cual se observen los efectos neuroprotectores del sulfato de magnesio, con resultados neonatales adversos en niveles fuera de esta ventana. El sulfato de magnesio es uno de los pocos medicamentos que actualmente se administran en un régimen de "dosis única para todos", sin tener en cuenta los parámetros maternos o fetales. Mientras que la madre es monitoreada y su dosis se ajusta según sea necesario, el feto no es monitoreado (ni en el útero ni en la UCIN). La incapacidad de monitorear la concentración fetal de magnesio mientras está en el útero puede contrarrestarse identificando las variables que influyen en los niveles séricos de magnesio fetal e intentando ajustar la dosis materna en consecuencia. Se necesitan más estudios con muestras de mayor tamaño para determinar la dosis óptima de magnesio materno para brindar neuroprotección fetal o profilaxis de convulsiones maternas con resultados adversos neonatales mínimos. Es posible que el monitoreo de las concentraciones séricas de magnesio neonatal y el tratamiento de los neonatos con niveles altos puedan afectar sus resultados y esta es una opción que se debe explorar.