Niall Conroy, Benita Morrissey y Yaron Wolman
Cada año, más de 3 millones de recién nacidos mueren durante su primer mes de vida. Aunque la situación ha mejorado mucho en las dos últimas décadas, la supervivencia más allá del período neonatal sigue siendo un desafío en los entornos con pocos recursos. Si se examinan las cifras brutas, la mayoría de estas muertes se producen en la India, Nigeria, Pakistán, China y la República Democrática del Congo (RDC), pero se pueden observar altas tasas de mortalidad neonatal en todo el mundo en desarrollo, en particular en el África subsahariana. En muchos entornos con pocos recursos no se dispone de intervenciones básicas. Sin embargo, hay un creciente conjunto de pruebas que pueden orientar a los médicos y a los responsables de las políticas en estos entornos en el uso de intervenciones económicas, pero eficaces, para ayudar a reducir la carga de la mortalidad neonatal. Se estima que la aplicación eficaz y la alta cobertura de estas intervenciones podrían prevenir hasta el 70% de las muertes neonatales en todo el mundo.