Lynn A. Stewart, Kyle Archambault y Geoffrey Wilton
Objetivo: Estimar la proporción de delincuentes mujeres que ingresan al sistema penitenciario federal canadiense y que requieren servicios de salud mental basándose en los resultados de un Sistema Computarizado de Detección de Ingresos por Salud Mental (CoMHISS).
Método: Se solicitó el consentimiento de las mujeres ingresadas consecutivamente en las cinco prisiones regionales para mujeres del Servicio Correccional de Canadá para participar en el CoMHISS. El proceso de selección combina dos medidas de autoinforme psicológico, el Inventario breve de síntomas y el Formulario de detección de depresión, desesperanza y suicidio. Los resultados se analizaron en función del porcentaje de mujeres que alcanzaron los puntajes de corte establecidos en las medidas y se analizaron además por etnia aborigen.
Resultados: El 62% de la muestra informó niveles elevados de angustia psicológica que justificarían una evaluación más exhaustiva. Aunque las puntuaciones medias fueron más altas en el caso de las mujeres aborígenes, no difirieron significativamente de las de las mujeres no aborígenes. Se estimó que la tasa de abuso de sustancias concomitante entre las mujeres que informaron angustia psicológica era del 70%.
Conclusiones: La planificación de la prestación de servicios de salud mental para mujeres condenadas por sentencias federales debe tener en cuenta sus altas tasas y la variedad de problemas psicológicos. La planificación de un tratamiento penitenciario específico requiere prestar atención a las necesidades criminógenas, así como a los problemas de salud mental y a los graves problemas de abuso de sustancias. Los proveedores de servicios de salud mental para mujeres en prisión deben ser conscientes de la probabilidad significativa de trastornos de abuso de sustancias y problemas de salud mental comórbidos y preparar a las mujeres para que identifiquen los servicios de seguimiento para abordar estos problemas tras su liberación.