Jean-François Picimbon
En un estudio reciente publicado en PLoS ONE, nuestro grupo demostró que los genes que codifican las proteínas quimiosensoriales de la polilla de la seda Bombyx mori fueron sometidos a edición de ARN. Este proceso postranscripcional, descrito desde bacterias hasta organismos complejos como plantas y humanos, permite, mediante el cambio de secuencia de nucleótidos, aumentar un repertorio de proteínas a partir de un único ARN. Tras una breve introducción en la que recuerdo el dogma establecido inicialmente con el descubrimiento de la doble hélice del ADN, donde un único gen codifica para una única proteína, presento los procesos, la edición de ARN y el splicing alternativo, como dos modos complementarios de generar proteínas diferentes con funciones y regulación diferentes. A continuación, utilizando genes sin intrones como ejemplo, destaco el papel de la edición de ARN frente al splicing alternativo. En la segunda parte del comentario, analizo la edición de ARN y el splicing alternativo en el curso de la evolución y proporciono argumentos que apoyan la edición de ARN como un mecanismo temprano en la Tierra que podría haber generado varias proteínas a partir de unos pocos ARN. Se propone que las mutaciones del ARN son el combustible para la evolución de los sistemas de feromonas e incluso tal vez el mecanismo que dio vida a la molécula de ARN latente original. Propongo que la edición del ARN contribuye a la fuente de vida en un mundo de ARN original. En la última parte, planteo preguntas para nuevas perspectivas biotecnológicas sobre biología molecular celular, edición del ARN, mutación genética, patología, terapia, clonación y transgénesis.