Husne Banu y Kurcheti Pani Prasad
Los plásmidos no son parte integral de las bacterias, ya que su ausencia no causa daño. Pero las propiedades extraordinarias que poseen los plásmidos los hacen atractivos para estudiar su utilidad para los microbios en un entorno hostil y tienen una enorme contribución para la biotecnología molecular. Hay muchas clasificaciones de plásmidos basadas en sus propiedades, compatibilidad o patrón de replicación, pero aún quedan muchos plásmidos útiles sin identificar. Dos propiedades de las bacterias, a saber, la resistencia a los antibióticos y la biorremediación, provienen de los plásmidos. Probablemente haya muchas investigaciones sobre el grupo de bacterias resistentes a los antibióticos que transfieren sus determinantes a través de plásmidos R. Estos plásmidos resistentes se utilizan para el crecimiento selectivo de clones positivos en experimentos de clonación de genes. Pero la transferencia de estos plásmidos es bastante dañina para los animales acuáticos, así como para los seres humanos, ya que aumenta la resistencia a las dosis de antibióticos / terapias. Los microbios son la última etapa de la cadena alimentaria donde todo en la Tierra tiene que reciclarse. Basándose en este concepto, los investigadores han identificado un proceso llamado Biorremediación, donde un grupo de plásmidos útiles diversifica las bacterias para tolerar altas concentraciones de contaminantes y degradarlas. Con el aumento de la población humana, la contaminación se ha convertido en un gran desafío. Por lo tanto, el estudio de los plásmidos, que tienen un papel crucial en la biorremediación, sin duda tendrá un amplio alcance en el futuro. Otras propiedades, como la fijación del nitrógeno, la utilización del azufre y la degradación de los hidrocarburos, deben estudiarse en detalle para su aplicación en la humanidad o para abordar diversos problemas ambientales.