Dr. Martin King
“Las imágenes persisten: cuatro tipos con traje o impermeables elegantes perseguidos por cientos de fans, chicas enloquecidas con solo verlos, policías inclinados, de brazos entrelazados, dientes apretados, esforzándose por contener a la multitud”. La evocadora descripción que hace Mark Lewisohn (2002) de una de las imágenes clave de los años 60 ayuda a centrar la atención en el fenómeno que fue la Beatlemanía. La Beatlemanía sigue siendo, como se argumenta en este artículo, el criterio de la celebridad: una alianza entre los fans, los medios de comunicación y un fenómeno cultural sin igual en la historia del pop británico. El artículo sostiene que fue a través de la Beatlemanía que los Beatles se establecieron como una entidad global y que todo lo que siguió -su transgresión de las expectativas tradicionales sobre el papel de la estrella pop masculina, su papel como hombres de ideas, su impacto en el paisaje cultural de los años 60 y su relación simbiótica con la década- se deriva de esto. El artículo explora la naturaleza de la Beatlemanía en un intento de explicar por qué sigue siendo la máxima expresión de la celebridad. En este artículo se analiza la relación entre los Beatles y sus fans, su atractivo en términos de fluidez de género, las primeras letras de las canciones como forma de comunicación con los fans, la influencia de los grupos femeninos de los años 60 y el papel del manager y mentor Brian Epstein en la creación de un “producto” amigable para los fans. El artículo utilizará ejemplos de la primera película de los Beatles, A Hard Day's Night (1964), como texto a través del cual leer tanto las alegrías como las trampas de la adoración cuasi religiosa de los fans.