Biruk Gobena*, Abera Kinfu, Mohammed Berhanu
Etiopía se convirtió en el quinto mayor exportador de flores no perteneciente a la UE al mercado de la UE y el segundo mayor exportador de África. Los fertilizantes y pesticidas utilizados ampliamente en la industria se han relacionado con impactos ambientales y de salud negativos. El estudio transversal se realizó para evaluar las preocupaciones sociales y ambientales presenciadas por los habitantes cercanos de las granjas de flores desde el 8 de abril al 2 de junio de 2019 mediante cuestionarios, debates en grupos focales (FGD) y visitas de campo. Los datos se analizaron utilizando el software Statistical Package for Social Sciences (SPSS) versión 16. Este estudio reveló que 161 (26,79%), 317 (52,75%) y 25 (4,16%) de los hogares de la muestra informaron que las granjas de flores están eliminando sus residuos de flores quemándolos en su recinto, desechándolos en campo abierto y enterrándolos en su recinto, respectivamente. Además, el resultado mostró que 216 (36%) compran o reciben bolsas y contenedores químicos vacíos que usan para buscar y almacenar agua (69,91%), para la sombra de la casa (7,87%), para hacer y almacenar licor tradicional (14,35%) y para la venta (7,41%), respectivamente. Los participantes del FGD percibieron la disminución en el volumen y la calidad de las aguas subterráneas, una disminución en la productividad, la degradación de la tierra y el aumento de enfermedades emergentes. Además, informaron sobre el abuso de los derechos de los empleados, el desplazamiento de los agricultores de las tierras fértiles, la muerte del ganado y los peces, la pérdida de aceptación de sus productos agrícolas y pesqueros. En general, se informó que existe una mala gestión de los residuos y actividades insostenibles por parte de las granjas de flores. El gobierno debe monitorear de cerca estas granjas y realizar un estudio holístico para cuantificar los costos de oportunidad ambientales y de los habitantes locales de la actividad del cultivo de flores.