Ashton Faulkner y Paolo Madeddu
La terapia con células madre ofrece la posibilidad de reparar el miocardio en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, un concepto que actualmente no es factible con las opciones de tratamiento actuales. Las células madre embrionarias, adultas y pluripotentes inducidas ofrecen una fuente potencial de células para la reparación del miocardio. Los estudios preclínicos sugieren que las células madre embrionarias y pluripotentes inducidas pueden ser el tipo de célula más ideal, ya que tienen el potencial de diferenciarse en cardiomiocitos y restaurar un grado de recuperación funcional en modelos animales. Sin embargo, debido a cuestiones prácticas y éticas relacionadas con estos tipos de células, se ha prestado más atención al uso de células madre adultas, predominantemente las de la médula ósea. Los estudios preclínicos sugieren que las células madre de la médula ósea pueden promover un grado de recuperación funcional ya sea mediante la diferenciación en cardiomiocitos o actuando de manera paracrina para promover la neoangiogénesis. El aparente éxito en los modelos preclínicos allanó el camino para que se llevaran a cabo una serie de ensayos clínicos. Aunque se han informado resultados mixtos, estos ensayos han demostrado que la terapia con células madre es segura y factible en humanos. Aún quedan muchas preguntas sin respuesta, como cuál es el tipo de célula óptimo, la dosis y el momento del trasplante. Esta revisión destaca los beneficios y las limitaciones de cada tipo de célula y los posibles mecanismos regenerativos.