Mesfin Tilaye y mi Pieter van Dijk
La sostenibilidad de la gestión de los residuos sólidos es una prioridad para los gestores urbanos. Los municipios de los países en desarrollo son incapaces de satisfacer la demanda de servicios urbanos. Hace algunos años, Addis Abeba, la capital de Etiopía, tomó la iniciativa de superar algunos de estos problemas iniciando un proceso de reforma que dio lugar a un cambio significativo en los acuerdos institucionales. Las iniciativas comunitarias están adquiriendo cada vez más importancia como medio para abordar las deficiencias del sistema formal. En este artículo se analiza el comportamiento de los hogares y sus opiniones sobre las prácticas de gestión de los residuos sólidos urbanos. Se considerará la sostenibilidad desde la perspectiva de la salud pública, la ecología y la socioeconómica, siguiendo el marco de las asociaciones público-privadas: la sostenibilidad concierne a las personas, el planeta y el sector lucrativo. Los datos primarios consistieron en una encuesta de hogares y entrevistas a funcionarios de nivel local. Se estudiaron tres tipos de residentes: los que viven en barrios marginales, en zonas residenciales y en una zona comercial mezclada con viviendas. Se seleccionaron al azar 135 hogares en cada condición. Los resultados sugieren que, desde una perspectiva socioeconómica (la perspectiva de la rentabilidad), la reforma del servicio se adecuó a los intereses de la comunidad de la ciudad al llevar a cabo la prestación del servicio de una manera más sostenible. La regularidad, la fiabilidad, la cobertura del servicio y la frecuencia de la prestación del servicio a los hogares mejoraron. Los residentes también tienen una buena sensación sobre la recuperación de costes, aunque también se expresaron opiniones diferentes. Con respecto a la salud pública (la perspectiva de la gente), se observaron mejoras en lo que respecta a la limpieza de los barrios, mientras que la limpieza de la ciudad quedó rezagada. En el caso de la sostenibilidad ecológica (la perspectiva del planeta), los incentivos económicos desempeñaron un papel más importante que las preocupaciones ecológicas a la hora de separar y recoger los artículos reutilizables y reciclables del flujo de residuos.