Ahmed Brgdar*, Mohamed Taha, Ahmad Awan, Richard Ogunti, John Gharbin, Mayar Hamad, Mehrotra Prafulla
La pandemia de COVID-19 ha agravado la ya devastadora prevalencia del consumo de sustancias y la morbilidad y mortalidad relacionadas con las drogas en los Estados Unidos. Nuestro objetivo en esta revisión de la literatura es presentar una descripción general de la incidencia del consumo de sustancias y su impacto en los resultados clínicos intrahospitalarios y la utilización de recursos de atención médica entre los pacientes hospitalizados con el diagnóstico primario de enfermedades cardiovasculares (ECV) o enfermedades cerebrovasculares (ECV) en los Estados Unidos. En consonancia con el empeoramiento del problema del abuso de sustancias en los Estados Unidos, nuestros hallazgos indican una prevalencia creciente de todas las sustancias de abuso común entre los pacientes hospitalizados con ECV/ECV. Sin embargo, hubo diferencias considerables en los resultados clínicos y la utilización de recursos según la sustancia. La evidencia actual no indica un mayor riesgo de mortalidad intrahospitalaria, complicaciones o utilización de recursos entre los consumidores de tabaco. Por el contrario, los pacientes con trastornos subyacentes por consumo de alcohol u opioides tuvieron un mayor riesgo de mortalidad, complicaciones intrahospitalarias como insuficiencia cardiorrespiratoria y una mayor utilización de recursos. El consumo de cannabis también se asoció con una mayor incidencia de complicaciones intrahospitalarias, mayor utilización de recursos y mayor riesgo de mortalidad entre los pacientes con ECV, especialmente aquellos con accidente cerebrovascular isquémico, pero no entre los pacientes con ECV. Si bien los estimulantes, ansiolíticos, sedantes o hipnóticos siguen siendo poco estudiados, existen algunos indicios de que los consumidores de estimulantes pueden incurrir en un mayor costo de hospitalización con un riesgo elevado de mortalidad intrahospitalaria. En conjunto, la evidencia actual indica que la coexistencia del trastorno por consumo de sustancias (SUD) con ECV/ECV complica el manejo de ambos y se asocia con malos resultados intrahospitalarios y mala utilización de recursos de atención médica.