Ayse Sevim Gokalp, Ayla Gunlemez y Seda Uyan
Los avances en cuidados intensivos neonatales en los últimos años han permitido aumentar las tasas de supervivencia de los bebés que nacen con un tamaño menor. La prematuridad está relacionada con una morbilidad respiratoria crónica, que puede persistir hasta la edad escolar. Sin embargo, esta situación ha provocado problemas adicionales, incluida la displasia broncopulmonar (DBP). Se ha informado de que los niños prematuros, especialmente aquellos con DBP, se enfrentan a síntomas respiratorios más frecuentes y graves en comparación con los grupos de control de recién nacidos a término en la edad escolar y el período de la adolescencia. Las secuelas en la infancia pueden verse agravadas por la atopia y el tabaquismo pasivo. Por lo tanto, se requieren programas sistemáticos de seguimiento y mediciones de la función pulmonar para determinar la gravedad de la disfunción pulmonar a largo plazo y evaluar la eficacia del tratamiento.