A-La Park
Antecedentes: La población que envejece está aumentando y la tasa de dependencia también. Es fundamental promover el envejecimiento saludable de las personas mayores para aliviar la presión sobre la sociedad. El objetivo de este estudio es explorar los efectos de los programas intergeneracionales basados en la comunidad sobre la salud física de los adultos mayores en términos de su salud general autoevaluada, nivel de actividad física y funcionamiento físico.
Métodos: Se realizó una revisión rápida de la literatura para identificar estudios de programas intergeneracionales para adultos mayores que viven en la comunidad. La búsqueda incluyó artículos revisados por pares publicados en inglés entre 1986 y 2014 sin restricción de país. Sin embargo, se excluyeron las intervenciones para personas mayores con demencia, así como para cualquier persona que viva en atención residencial. Se realizaron búsquedas complementarias y se realizó una síntesis narrativa.
Resultados: Siete estudios cumplieron con estos criterios de inclusión. Las actividades intergeneracionales, incluidos el voluntariado y los componentes de reminiscencia, se han asociado con una tendencia positiva general en los resultados de salud física. Los individuos informaron tener mejor salud, así como menos dolores y molestias corporales. Además, los participantes informaron una sensación de ser "más activos", con un mejor consumo de energía, un aumento en el número de calles caminadas y escaleras subidas. En cuanto al funcionamiento físico, los voluntarios mayores tendieron a mostrar un menor deterioro en la fuerza de agarre de las manos, pero resultados inconsistentes en cuanto a la velocidad al caminar.
Conclusión: Se necesitan más estudios con horizontes temporales más amplios y poder estadístico suficiente para determinar el nivel óptimo de participación y abordar las posibles barreras que impiden maximizar los beneficios de los programas intergeneracionales para los grupos socialmente marginados. Se necesitan evaluaciones más formales de los costos y beneficios de los programas, teniendo en cuenta los beneficios sociales más amplios para fundamentar las prácticas y las políticas en materia de envejecimiento activo.