Joachim Raese
El objetivo de esta revisión es aclarar y desmitificar un conjunto de ideas y suposiciones que permean el campo de la psiquiatría y causan confusión y consecuencias desafortunadas para la práctica y la enseñanza de la psiquiatría. Estas se cristalizan en el llamado problema mente/cuerpo o dualismo mente/cuerpo. El dualismo mente/cuerpo tiene consecuencias adversas para la psiquiatría, como la estigmatización de las enfermedades mentales, la financiación restringida para la investigación y la atención al paciente, la discriminación de los pacientes con enfermedades psiquiátricas o adictivas en el mercado de seguros y conduce a distorsiones cognitivas que afectan la formación y la práctica de la psiquiatría. Este artículo intenta deconstruir un conjunto de ideas que tienden a subestimar nuestro dualismo intuitivo mente/cuerpo y propone que la neurociencia es cada vez más capaz de describir la cognición, la emoción y la psicopatología humanas como manifestaciones de la actividad cerebral. La psiquiatría opera en una región fronteriza de la neurobiología del cerebro y la mente. La mente es el concepto general que incorpora nociones de conciencia, experiencia fenomenológica, libre albedrío y la idea del alma. La práctica psiquiátrica implica modificar las funciones cerebrales mediante el uso de medicamentos y otros medios, así como intervenciones descritas ampliamente como psicoterapia. La psiquiatría como disciplina médica tiene una relación ambivalente e incómoda con la idea de mente/cerebro. En este artículo, intentamos rastrear esta tensión hasta el dualismo mente/cuerpo intuitivo y generalizado que tanto los profanos como los científicos tienden a adoptar. Una literatura empírica en rápido crecimiento está erosionando la idea del dualismo mente/cerebro. Revisaremos las afirmaciones de que la conciencia, la experiencia fenomenológica en primera persona o “qualia” y el libre albedrío están ontológicamente más allá del alcance del estudio empírico. Un número creciente de resultados de investigación neurocientífica están poniendo restricciones cada vez mayores a estas afirmaciones. Sugerimos una visión alternativa basada en la filosofía del pragmatismo, que creemos que recomendaría una reevaluación crítica de nuestras creencias intuitivas, por medio de una postura empíricamente responsable. La literatura sobre estos temas es extensa. Limitamos nuestra revisión a resultados muy recientes de la neurobiología.