Al-Bajalan AR*
Recientemente, se ha hecho posible la producción económica de gas a partir de yacimientos de recursos naturales no convencionales (gas de esquisto) gracias a la aplicación de pozos horizontales y fracturación hidráulica. La fractura hidráulica o "fracking" es una técnica que se utiliza en combinación con la perforación horizontal para estimular o mejorar la extracción de gas natural de la formación de esquisto. Sin embargo, esta operación requiere que se bombee un gran volumen de fluido al pozo a alta presión y caudal para partir la roca. Este fluido es principalmente agua y se mezcla con arena y algunos materiales químicos como el apuntalador (que sirve para mantener abierta la fractura). La inyección de un gran volumen de fluido en el subsuelo no está exenta de riesgos. El informe reciente ha destacado los siguientes problemas (terremoto inducido por deslizamiento en una falla cercana, emisión de CO2 a la atmósfera). Sin embargo, este proyecto se centra en el efecto de la operación de fracturación hidráulica en las aguas subterráneas y los acuíferos debido a los aditivos químicos y el metano, que es la composición principal del gas de esquisto. Según este informe, los gases y los aditivos químicos pueden escapar y fluir hacia el "acuífero" de aguas subterráneas suprayacentes por tres vías posibles. Pérdida de integridad de pozos y eliminación de agua de reflujo mediante una red de fracturas naturales. Este artículo también analiza dos casos de estudio, el noreste de Pensilvania, Nueva York y Wyoming en los EE. UU., que tienen la misma formación geológica de esquisto. El estudio se centra en encontrar el impacto potencial de la técnica de fracturación hidráulica que se utiliza para extraer gas natural de esquisto en los sistemas de agua potable subterráneos.