Cao C, Gao H, Wu W, Wang HX, Yang L, Yan KX, Huang LP y Lu YP
El traumatismo craneoencefálico (TCE) se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial debido a su elevada mortalidad y morbilidad. La hipertensión intracraneal refractaria (HIC), secundaria al TCE, siempre tiene mal pronóstico y, en ocasiones, incluso la muerte. La sedación, la monitorización de la presión intracraneal (PIC) y la hipotermia leve han demostrado ser eficaces para monitorizar y controlar la HIC tras el TCE. En este artículo presentamos el caso de un varón de 55 años que sufrió un TCE agudo.