Shivani Vakodikar, Jaymesh Thadani y Prashant Kshatriya
La terapia con células madre es un cambio revolucionario en el mundo de la medicina moderna. Estas balas mágicas han evolucionado como una modalidad terapéutica alternativa a los métodos convencionales. Diferentes países han aprobado leyes para emprender la investigación con células madre embrionarias humanas. Los países desarrollados como Estados Unidos y Australia han prohibido la exploración de hESC con fines de investigación. Mientras que, por otro lado, los países en desarrollo han realizado aprobaciones regulatorias estrictas y han permitido la investigación. Para evitar la conspiración ética, las células madre pluripotentes inducidas con el mismo potencial que las hESC generaron un gran avance científico. El principal defecto relacionado con las iPSC era la formación de teratomas. Por lo tanto, para evitar la controversia sobre las hESC y las lagunas de las iPSC, surgió la aplicación de células madre adultas. Para fabricar células madre de grado clínico, se debe garantizar la identidad celular, la pureza y la estabilidad genómica para el cultivo a largo plazo. Para esto, se informa sobre varias técnicas moleculares y de cultivo celular para evaluar la calidad de las células madre. Para la esterilidad y la seguridad, se anotan las pruebas relevantes de contaminación del cultivo, viabilidad y presencia de endotoxinas/pirógenos. Se discuten los criterios autólogos y alogénicos en relación con la seguridad de las células. En resumen, la preocupación ética se resuelve mediante el desarrollo de células madre adultas y el control de calidad para la dispensación de células se establece mediante la identidad celular, la pureza, la estabilidad genómica, la esterilidad y la seguridad. Por lo tanto, las células madre emergentes en la era de la bioterapia albergan un papel prometedor para las enfermedades degenerativas incurables.