Misericordia Pablo*
La sangre artificial es un concepto productivo de la medicina de transfusión en el que compuestos definidos explícitamente desempeñan el papel de transporte y suministro de oxígeno en el cuerpo para complementar esta función de la transfusión de sangre humana alogénica. Se forman varias moléculas durante un largo período de tiempo para lograr este objetivo y se realizan mejoras continuas en la misión del sustituto de sangre ideal. Actualmente, la innovación accesible hace que la sangre falsificada se obtenga a partir de hemoglobina adquirida de sangre humana/bovina obsoleta (transportadores de oxígeno basados en hemoglobina; HBOC) o utilizando perfluorocarbonos (PFC). Estos sustitutos de sangre fabricados/sintéticos tienen la ventaja de que no necesitan pruebas similares, están libres de enfermedades transmitidas por la sangre, tienen una vida útil prolongada y no necesitan refrigeración. Se proyecta que la sangre artificial afectará por completo la mejora de la consideración clínica en los tiempos futuros. Puede complementar los productos sanguíneos actuales para transfusión y crear un inventario constante de sustitutos seguros y potentes. Probablemente reducirá los requisitos de las transfusiones de sangre, especialmente durante las lesiones y los procedimientos médicos, reduciendo también la dependencia de la sangre donada almacenada.